A la mañanita,
cuando el gallo canta,
rayito a rayito
el sol se levanta:
el pleito rubio
todo despeinado;
los ojos, de sueño,
todos colorados.
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...