Brotan las flores, están frescas, medran,
abren su corola.
De tu interior salen las flores del canto:
tú, oh poeta, las derramas sobre los demás.
Brotan las flores, están frescas, medran,
abren su corola.
De tu interior salen las flores del canto:
tú, oh poeta, las derramas sobre los demás.
¡Lo he comprendido al fin:
oigo un canto; veo una flor;
oh, que jamas se marchiten!
Abre tus puertas y mira a lo lejos.
En tu florido jardín recoge los perfumados recuerdos de las flores, hoy marchitas, de hace cien años.
¡Quién fuera mariposa!
Flor del aire, luciente y fugitiva…
¡Envidio esa existencia temblorosa
Estaba la pájara pinta
sentadita en el verde limón;
con el pico recoge la hoja,
con las alas recoge la flor.
¡Ay sí, ay no!
¡Cuándo vendrá mi amor!
En esta ocasión se comparte esta reflexión de Albert Einstein , que aunque breve, es un pensamiento que hay que tener en cuenta para expand...