¡Qué contento estoy!
Mi tío me pidió que lo ayudara.
Desde temprano fuimos al huerto.
¡Qué contento estoy!
Mi tío me pidió que lo ayudara.
Desde temprano fuimos al huerto.
Nicolás Mangana era un campesino pobre pero ahorrativo. Su mayor ilusión era juntar dinero para comprar unos puercos y dedicarse a engordarl...