Haga ricos a sus empleados





La nueva cultura de los negocios consiste en fomentar el espíritu emprendedor de los empleados para que, a mediano plazo, se fortalezca el país.

Hacer dinero se refiere a lo que se puede obtener. La prosperidad perpetua se refiere a lo que uno puede dar. El éxito a nivel monetario se refiere a lo que uno puede lograr. La prosperidad perpetua se refiere a cómo uno puede servir. Existen muchas buenas razones para ganar dinero, pero algunas personas buscan el dinero por el poder y el estatus que les dará y que les permitirá influir sobre los sucesos y controlar a otras personas. La prosperidad perpetua se refiere a establecer relaciones de amor con los demás, no de poder y control. De eso se trata la vida.

Su éxito es el de otros.
¿Con quién se comprometerán más los trabajadores: con un patrón que usa su trabajo para enriquecerse o con un emprendedor que les permite integrarse a la cadena de ganancias que tenga el negocio? Por supuesto, la respuesta está en la segunda opción.

Muchas veces, cuando hablamos de hacer bien a la comunidad, inmediatamente se piensa en donativos para empresas de beneficencia. Pero la realidad es que para ser generosos hay que empezar desde la casa. Finalmente, si motiva a sus empleados con pagos justos por su trabajo y emparenta las ganancias de ellos con las ganancias de la empresa, no sólo estará erigiendo un vivero de emprendedores, sino que la derrama económica se extenderá a las familias de sus trabajadores y de ahí al resto de la sociedad.

Si queremos contribuir con nuestro entorno social y cambiar el motor de la economía por medio de nuestro éxito, debemos iniciar la transformación al interior de las empresas, donde la actitud de los directivos será ejemplo para el resto de los niveles de organización.

Intrapreneurs.
Esta debe ser la tendencia de las empresas modernas: crear en sus empleados una mentalidad de desarrolladores de negocios, a través de la capacitación que incentive su potencial profesional, económico y social, en lugar de tener seguidores intimidados sin motivación y en espera del mejor postor para cambiar de empleo.

Es bien sabido que, para poder vender un producto o servicio eficientemente es necesario que el vendedor esté entusiasmado, además de que debe conocer a fondo lo que está vendiendo. Ambas son las finalidades que persiguen la capacitación y los estímulos al empleado.

La falta de motivación dentro de cualquier tipo de empresa provoca la capacidad antagónica de destrucción de la relación de negocios con sus clientes. Es decir, podrían llamarse los “enemigos pagados de la organización”.

Promueva el cambio.
Enseñe a sus empleados a ser emprendedores y crezca junto con ellos, de esa forma consolidará a su empresa en el mercado.



Fuente: Entrepeneur.


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