Respira Tlaxcala





Bella y apacible es Tlaxcala, donde se enlaza tradición, cultura, naturaleza, artesanía y gastronomía, vistiéndose sobre colores y edificios de inigualable belleza. Dentro del corazón de la República Mexicana se encuentra esta hermosa tierra, a sólo una hora y media del D.F, a 40 minutos de la ciudad de Puebla, a 3 horas del puerto de Veracruz y de la ciudad de Pachuca.

Tlaxcala es considerada la cuna del mestizaje; prueba de ello es el cúmulo histórico y cultural que desde la época colonial se plasmó en sus más preciadas edificaciones, como lo es centro histórico de la ciudad, capital cuya traza inicial data de 1524.

Zonas arqueológicas.
Dentro de su vasto territorio encontramos dos de los sitios arqueológicos mexicanos más enigmáticos: Cacaxtla y Xochitécatl. El primero alberga los murales prehispánicos mejor conservados del mundo, de influencia olmeca-xicalanca. En el segundo se encuentran las pirámides de las Flores y de la Espiral, consideradas entre las más antiguas de toda Mesoamérica.

Arte sacro.
Los vestigios del paso de los franciscanos españoles por el estado de Tlaxcala dejó monumentales templos y conventos, que impresionan por su sobriedad y robustez, los cuales han soportado el paso del tiempo, como es el caso de los Exconventos Franciscanos de Santa María Atlihuetzía, Tepeyanco, Tlaxcala y Hueyotlipan, por mencionar algunos. No podemos olvidar la Basílica de Ocotlán, una de las más bellas muestras del barroco tlaxcalteca.

Haciendas y Toros de Lidia.
En sus pintorescas haciendas y ganaderías de reses bravas está todo el abolengo y nostalgia de la llamada Época de Oro Tlaxcalteca. Su fastuosidad las convierte en otra oportunidad de diversión y esparcimiento inagotable, adaptando sus instalaciones con servicios turísticos de primer nivel, con el toque pasional por la fiesta de toros que la mayor parte de los tlaxcaltecas lleva en su corazón.

Artesanía.
Tlaxcala es uno de los estados más ricos en manifestaciones artísticas populares. Las artesanías más representativas son: los sarapes de Chiautempan; la cerámica tipo Talavera, de San Pedro del Monte; los bastones tallados de Madera, de Tizatlán; figuras de hojas de maíz (totomoxtle), de Españita; los bordados prehispánicos de pepenado, en Ixtenco; los coloridos alebrijes, de Ixtacuixtla, y tantas otras de singular belleza, de herencia milenaria.

Ecoturismo.
Los escenarios naturales en la región son peculiares, de sorprendente biodiversidad, como el Parque Nacional La Malintzi, los Laberintos de Tlaxco, el peñón del Rosario, la presa de Atlanga, entre otros, convergen en heterogéneos atractivos, como formaciones rocosas y cuerpos de agua, ideales para la aventura ecoturística, el descanso y el reposo.

Gastronomía.

El alimento por excelencia en nuestra región ha sido el maíz, al cual se le confería un origen divino. Tal vez por ello nuestros antepasados llamaron a su tierra tlaxcallan, en honor de la tlaxcalli, nombre náhuatl de la que hoy conocemos como “tortilla”. La gastronomía tlaxcalteca es una de las más variadas y exquisitos de toda la República Mexicana, con platillos como los escamoles (hueva de hormiga), gusanos de maguey y charales. 

La ubicación de Tlaxcala en el centro del país, así como su valioso legado histórico, la hacen un punto ideal para realizar congresos y exposiciones, ya que cuenta con espacios que ofrecen excelentes instalaciones para todo tipo de eventos oficiales o empresariales, para satisfacer todas las expectativas. ¡Descubre Tlaxcala, Vive México!


Fuente: descubretlaxcala.com


2 comentarios:

  1. Buena e informativa nota. Muy padre. Felicidades. Tlaxcala sí es a todo dar, especialmente para ir con la familia.

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  2. Gracias por el comentario, efectivamente, Tlaxcala es un destino turístico de nuestro México que vale la pena visitar. Saludos!!!

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