Clase de invenovación





Es muy notorio que nuestro país no tenga un número elevado de patentes, ya ni siquiera elevado, ¡Que tengamos patentes!, Esto es una situación que podría modificarse si apuntáramos nuestros esfuerzos a crear deseos en lugar de sólo satisfacer necesidades.

Alguien podría decir que podemos crear necesidades y estaremos en posición de obtener una patente, satisfacer necesidades cuando mucho nos permitirá modificar o adaptar soluciones a problemas ya existentes; pero la interrogante muchas veces es: ¿Puedo aportar una solución a un problema que no existe?, Podría parecer ilógico pero no lo es viéndolo desde otro punto de vista.

Por ejemplo, usted selecciona una determinada bebida enlatada por los atributos de sabor, pero en igualdad de condiciones se puede encontrar otra bebida, sólo de diferente marca. ¿Cuál escogería usted?

Para este ejemplo, en su mercado existe una bebida con una “lata inteligente”, una que cambia de color según la temperatura a la que se encuentra y le sugiere que la “enfríe” para disfrutar mejor su sabor. La bebida es la misma, pero se vende más la de embalaje que cambia de color porque lo importante ya no es el acto de beber un líquido, ahora es tenerlo a la temperatura que me indican y si voy a una tienda me sentiré inútil si encuentro una bebida envasada en una lata “no inteligente”.

Hay una gran diferencia entre lo que el producto hace y lo que el consumidor realmente desea. Por ejemplo, las mujeres no compran cosméticos sino belleza; cuando adquirimos agua embotellada, no sólo es agua, es salud; con la ropa de marca no se adquiere vestuario, se compra estatus; etc.

Los productos se venden debido a que los consumidores compran lo que desean y no lo que necesitan. Las necesidades son prácticas y objetivas, los deseos son irracionales y subjetivos. Realmente no importa lo que usted venda (a personas o negocios) el camino más confiable para crecer económicamente yace en satisfacer los deseos, no las necesidades.

¿Cómo lograr convertir una necesidad en un deseo? La respuesta está en conseguir que su producto sea “aspiracional”. El concepto proviene de la palabra aspirar o desear algo. El problema de porque no se patenta es debido a que no se investiga, al no investigar no innovamos, y al no innovar no invenovamos y nos estancamos.

Los países dueños de la tecnología son expertos en crear necesidades, lo mismo opera para las diferentes empresas que se encuentran en el “top ten” tecnológico.

 
Fuente: Valor Universitario.

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