La orden de los Betlemitas




La orden hospitalaria de los Betlemitas se fundó a mediados del siglo XVII en Guatemala y su creador fue Pedro de San José de Betancourt. El nombre de la orden se deriva de la forma antigua de escribir Belén como Bethlehem, y se llamaron así porque su fundador dedicó la orden a la Virgen de Belén. 
Betancourt fue un religioso originario de Tenerife, España, que tomó los hábitos de San Agustín y emigró a Guatemala. Se dice que cayó enfermo de gravedad y pasó por varios hospitales en los que se dio cuenta que el trato a los enfermos no era humanitario. Aunque muchos salían con vida de estas instalaciones, morían en la convalecencia. 

Al salir de su enfermedad, Betancourt se dedicó a la fundación de una orden religiosa hospitalaria que atendiera a los convalecientes. El primer hospital que fundó fue el “Hospital de Bethlehem” en Antigua, Guatemala.

Los betlemitas se hicieron famosos en Guatemala por su labor de educar niños, cuidar a los enfermos y ayudar a morir a los desahuciados. Con el tiempo comenzaron a extender sus buenas obras a otras áreas de la Nueva España y del virreinato del Perú. 

Al llegar a México en 1674, el Arzobispo fray Enrique Payo de Rivera les donó las propiedades de la Archicofradía de San Francisco Xavier, ubicadas en lo que actualmente es la esquina de Filomeno Mata y Tacuba. Allí instalaron su primera capilla y un pequeño hospital.

En la Ciudad de México, como en Guatemala, la fama de los betlemitas también fue buena, por lo que comenzaron a tener más demanda en la atención a enfermos, en la escuela y en el noviciado. Aunque el primer hospital que fundaron en nuestra ciudad era bastante modesto, el aprecio que la gente les tenía permitió que los seguidores de fray Pedro se establecieran poco a poco en otras regiones en el país, como Oaxaca, Veracruz, Puebla, Jalisco y Guanajuato.

En el año 1721 se les permitió a los betlemitas, al igual que a otras órdenes religiosas hospitalarias de las que el gobierno no podía hacerse cargo, cobrar rentas, pedir limosnas y vender medicamentos al público, ingresos que podían utilizar para la manutención de los hospitales. También se les permitió comprar propiedades. 

Ante la insuficiencia del espacio con que contaban, comenzaron a adquirir algunos terrenos aledaños a su propiedad original, hasta que finalmente realizaron una ampliación en forma al edificio y construyeron el convento, actual sede del MIDE Museo Interactivo de Economía.

Aunque habían tenido grandes momentos de bonanza, hacia 1794 las finanzas de los betlemitas ya estaban muy mal, las deudas habían crecido considerablemente y las limosnas habían disminuido. Por si fuera poco, en marzo de 1795 un gran incendio acabó con lo que fuera la escuela y la enfermería. Sin embargo, lo peor vendría después: en 1820 por una cédula real expedida por Fernando VII se suprimieron las órdenes hospitalarias; para ese entonces los betlemitas contaban con 25 hospitales. El predio quedó a disposición del Ayuntamiento hasta 1842, el hospital y la escuela cerraron por falta de recursos y el templo fue entregado al Arzobispado.

Según los registros de la orden, desde que abrieron sus enfermerías en 1673 hasta 1766, atendieron a 99,645 enfermos, de los cuales fallecieron tan sólo ciento treinta.


Fuente: MIDE-Museo Interactivo de Economía.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La recomendación del momento

CDMX. Halloween & Día de Muertos 2023

La Ciudad de México es una ciudad que tiene de todo un poco, y siempre es interesante verla en sus manifestaciones artísticas populares, y ...

Lo más popular de la semana