Los Bancos en México




Entre las culturas prehispánicas no existían actividades que pudiéramos considerar bancarias, ya que no existía la propiedad privada y los bienes pertenecían al estado. Los templos guardaban objetos de valor para financiar guerras y para tiempos difíciles, pero no otorgaban préstamos.

Durante la Colonia tampoco existió ninguna institución que operara bajo el concepto moderno de banco; el crédito era concedido por las órdenes religiosas y los consulados de comerciantes. Asimismo, se utilizaban las letras de cambio para realizar transacciones del comercio de larga distancia.

Fue en el siglo XVIII cuando se fundaron las dos primeras instituciones que realizaban actividades similares a las bancarias en nuestro país. En 1774 se fundó el Monte de Piedad de Ánimas, que se dedicaba a otorgar créditos. Le siguió en 1782 el Banco de San Carlos, el cual ya emitía billetes y abrió depósitos de ahorro para particulares y empresas.

La siguiente explosión financiera en México se dio en el siglo XIX, pues en 1830 se fundó el Banco de Avío de México y en 1864 llegó el Banco de Londres, México y Sudamérica, el primer banco comercial con capital extranjero Siguiendo esta línea, en poco tiempo -entre 1875 y1890- se fundaron varios bancos privados en México: Banco de Santa Eulalia, Banco Mexicano y el Banco Mercantil Mexicano, algunos de los cuales siguen existiendo todavía hasta hoy, aunque han cambiado de nombre. Como consecuencia de la expansión de la actividad bancaria en nuestro país, en 1897 se promulgó la primera ley en la materia: la Ley General de Instituciones de Crédito.

Después de un periodo tumultuoso para los bancos durante la lucha armada de la Revolución, los primeros años del siglo XX vieron iniciativas para estabilizar y regular el funcionamiento de las actividades bancarias en México. En 1925 se fundó el Banco de México, el banco central de nuestro país, y se crearon la Asociación de Banqueros de México y la Comisión Nacional Bancaria.

A finales del siglo XX, en 1982, el presidentes José López Portillo expropió los bancos comerciales. Sin embargo, en 1990 Carlos Salinas de Gortari les restituyó la condición de privados y en 1993 otorgó autonomía al Banco de México.

Finalmente, en 1990 se creó el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa)- convertido en Instituto para la Protección al Ahorro Bancario en 1998-, para enfrentar posibles problemas en el sistema financiero del país y proteger el dinero que los ahorradores depositan en los bancos.


Hoy la infraestructura bancaria en México ha crecido mucho, aunque todavía es limitada respecto a la cantidad de población.


Fuente: MIDE-Museo Interactivo de Economía.

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