La inclusión financiera en México




El objetivo de la Inclusión financiera es desarrollar mercados financieras que ofrezcan responsablemente más productos a menos costo a un mayor número de personas. Los mercados inclusivos en el mundo desde el punto de vista financiera abarcan un ecosistema amplio e interconectado de actos de mercado e infraestructura que permite brindar productos financieros en forma segura y eficiente a la población, particularmente a la de bajos ingresos. Entre los actores de mercado se incluyen bancos, cooperativas financieras, emisores de dinero electrónico, redes de pago, redes de agentes bancarios o corresponsales, aseguradoras, entre otras muchas.

La inclusión financiera otorga a todos los segmentos de la población la posibilidad de mejorar la administración de sus recursos a través del uso de servicios financieros, lo que favorece el crecimiento patrimonial de los hogares, la posibilidad de enfrentar eventualidades y en consecuencia un incremento en el nivel de vida. A su vez, la inclusión financiera contribuye a desarrollar el sector financiero e incentivar el crecimiento económico mediante la movilización del ahorro y la inversión hacia los sectores productivos de la economía. Asimismo, retomando la tesis que indica que el crecimiento económico favorece indirectamente la disminución de la pobreza, con la inclusión financiera se atiende transversalmente a la población que se encuentra bajo dicha condición de vulnerabilidad.

Por ello durante los últimos años las autoridades han realizado esfuerzos encaminados a contar con un sistema financiero más estable, sólido e incluyente. Dichos esfuerzos se han dado en distintos ámbitos que van desde el desarrollo legislativo y regulatorio para construir un marco que fomente dichas cualidades; hasta una activa participación en distintos grupos internacionales, como un elemento fundamental para el intercambio de experiencias y mejores prácticas a nivel global. A su vez, se ha tenido un continuo y cada vez más marcado compromiso con la inclusión financiera por parte de los distintos actores dentro del sector financiero de nuestro país.

Como muestra del compromiso al más alto nivel por parte del gobierno con la inclusión financiera y la necesidad de fortalecer la coordinación entre autoridades, así como con el sector privado y otros actores relevantes, el 3 de octubre de 2011 se creó por decreto presidencial el Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CONAIF) como una instancia de consulta, asesoría y coordinación, que tiene por objeto proponer medidas para la planeación, formulación, instrumentación, ejecución y seguimiento de la Política Nacional de Inclusión Financiera (con la Reforma Financiera de 2014, este Consejo está incorporado en la Ley para Regular las Agrupaciones Financieras).

En particular, se menciona que no obstante la madurez y fortalecimiento del sistema financiero y la solvencia y estabilidad del sistema bancario, prevalece en México la preocupación de que la banca no presta lo suficiente. Por esta razón se llevará a cabo un esfuerzo para democratizar el acceso al financiamiento de proyectos con potencial de crecimiento. Para ello, se propone incrementar la competencia en el sector financiero a través de una reforma integral que lo fortalezca, al tiempo que preserve su estabilidad. Mediante una mejora al régimen de garantías y mayor certidumbre en el marco regulatorio, se buscará que las empresas con potencial productivo reciban más crédito por parte de las instituciones financieras del país. Paralelamente, se llevará a cabo un esfuerzo por promover la inclusión financiera, de tal manera que los beneficios que ofrece el sistema financiero formal se extiendan a todos los mexicanos.

Se puede señalar que, en México, como en la mayoría de los países, la inclusión financiera se define como el “acceso y uso de servicios financieros formales bajo una regulación apropiada que garantice esquemas de protección al consumidor y promueva la educación financiera para mejorar las capacidades financieras de todos los segmentos de la población”. Esta definición destaca el carácter multidimensional de la inclusión financiera, ya que señala claramente sus cuatro componentes fundamentales:

  • Acceso: Se refiere a la penetración del sistema financiero en cuanto a la infraestructura disponible para ofrecer servicios y productos financieros, esto es, a los puntos de contacto entre las instituciones financieras (canales de acceso) y la población, desde una perspectiva de oferta.
  • Uso: Se refiere a la adquisición o contratación, por parte de la población, de uno o más productos o servicios financieros, así como a la frecuencia con que son utilizados. Esto es, se refiere a la demanda de servicios financieros la cual, a su vez, refleja el comportamiento y las necesidades de la población.
  • Protección y defensa al consumidor: Se refiere a que los productos y servicios financieros, nuevos o ya existentes, que se ofrezcan a la población se encuentren bajo un marco que garantice como mínimo la transparencia de información, el trato justo y mecanismos efectivos para la atención de quejas y asesoría de los clientes contra prácticas desleales y abusivas, así como la efectividad del marco regulatorio para favorecer la inclusión de la población objetivo y el resguardo de los datos personales de los usuarios.
  • Educación financiera: Se refiere a las acciones para que la población adquiera aptitudes, habilidades y conocimientos para estar en posibilidad de efectuar un correcto manejo y planeación de sus finanzas personales, así como para evaluar la oferta de productos y servicios financieros; tomar decisiones acordes a sus intereses; elegir productos que se ajusten a sus necesidades, y comprender los derechos y obligaciones asociados a la contratación de estos servicios.

La inclusión financiera otorga a todos los segmentos de la población la posibilidad de mejorar la administración de sus recursos a través del uso de servicios financieros, lo que favorece el crecimiento patrimonial de los hogares, la posibilidad de enfrentar eventualidades y en consecuencia un incremento en el nivel de vida. A su vez, la inclusión financiera contribuye a desarrollar el sector financiero e incentivar el crecimiento económico mediante la movilización del ahorro y la inversión hacia los sectores productivos de la economía. Asimismo, retomando la tesis que indica que el crecimiento económico favorece indirectamente la disminución de la pobreza, con la inclusión financiera se atiende transversalmente a la población que se encuentra bajo dicha condición de vulnerabilidad.

Finalmente y como elementos orientadores, existe información pública para consulta respecto de la posición en que se encuentra nuestro país en este tema, tales como la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera que realiza cada tres años el INEGI, así como los Reportes de Inclusión Financiera que periódicamente pública la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y que están disponibles en su página electrónica.



Fuente: condusef.gob.mx

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