Las familias se encuentran integradas por un conjunto de personas que por lo regular comparten lazos consanguíneos, aunque no necesariamente debe ser así. Son consideradas como la base de la sociedad, ya que forman el carácter y la personalidad de las personas mediante valores morales y culturales, patrones de comportamiento, tradiciones y costumbres.
Para el estudio económico, la transmisión de valores y tradiciones juegan un papel muy importante, dado que en una familia se reproduce el comportamiento de consumo de bienes y servicios y la afinidad a un tipo de actividad económica, por lo que la actitud laboral así como la división del trabajo son patrones adoptados por los miembros de la familia y repercuten de manera inmediata en el esquema social de una comunidad.
Así como las actividades profesionales de los integrantes de una familia pueden ser moldeados por las tradiciones y costumbres, el consumo también es moldeado desde el seno familiar.
El consumo familiar está condicionado, desde luego, por el poder adquisitivo y por las necesidades y deseos originados desde la actividad profesional de las personas adultas, además de su bagaje cultural. Es importante señalar que el tipo de consumo de una familia le otorgará una posición social en la comunidad.
Las familias reproducen los patrones de comportamiento que definen, entre otras, al consumo. Si el interior de las familias cambia, es posible que la sociedad también.
En una primera instancia, de las familias depende el consumo y producción de bienes y servicios.
La dinámica poblacional guarda una relación íntima con el consumo, ya que éste se determina también según la cantidad de población, así como el contexto temporal. La población de un país es la primera que consume, y todos los bienes y servicios producidos en una comunidad refieren directamente al grado de demanda de necesidades. La rentabilidad de las empresas está sujeta a los programas estatales, que toman en cuenta la cantidad de población que será beneficiada o de la que dependerá el nivel de ganancias obtenidas.
La población en general tiene preferencias de consumo diversas, pero a nivel familiar existen un grupo de bienes y servicios que se tienen que abastecer de forma constante, por lo que atender dicho consumo, requiere de conocer a cuántas familias se tiene que abastecer y por ende el número de integrantes promedio por familia.
Fuente: Vive la Economía 1 (Progreso Editorial).
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