Feudalismo




Las relaciones sociales de producción feudales asumirán la forma de servidumbre y provocará el surgimiento de dos clases sociales antagónicas, la de los señores feudales y la de los siervos.

Los reyes de los pueblos conquistadores repartieron sus tierras entre los jefes militares y súbditos leales, a la par de que muchos campesinos buscaron a estos grandes señores para ganar su protección y convertirse en sus sirvientes o siervos. Ese fue el detonante del advenimiento del Feudalismo.

Las porciones de tierra heredadas a los jefes militares y súbditos fueron llamadas feudos y sus nuevos dueños recibieron el título de señores feudales. Estos personajes ejercieron un gran poder económico y político sobre sus tierras.

Como el señor feudal no puede mantener sus tierras solo, reparte porciones a los siervos para que las cultiven, a cambio de una renta o tributo.

Para recompensar a los siervos, los señores feudales les ofrecen protección, pues contaban con numerosos ejércitos. Así, los señores feudales son dueños de las tierras y los siervos de los instrumentos de labranza para cultivar dichas tierras.

La base del feudalismo se situó en el trabajo de los siervos, el cual se dividía en trabajo necesario y trabajo adicional.

Con el trabajo necesario, los siervos producían lo indispensable para la subsistencia propia y la familiar; por otro lado, en el trabajo adicional se elaboraba el plusproducto, es decir, los productos de los que el señor feudal se adueñaría en calidad de renta del suelo, la cual podía ser pagada en especie (entregando una parte de la cosecha), en forma de trabajo o de dinero, lo que ocurrió durante la transición de feudalismo a capitalismo. El pago de la renta de suelo fue una característica del feudalismo europeo.

Es de notarse que los siervos no guardaban la misma condición que los esclavos, ya que, si bien los primeros no eran libres, tampoco eran propiedad del señor feudal, y al cambiar un feudo de dueño, los siervos estaban a su servicio.

La producción feudal era natural y cerrada, es decir, se producía para satisfacer las necesidades del feudo, no para comerciar, por lo tanto, en esa época el comercio no floreció en las etapas iniciales. La actividad principal era la agricultura pero con el tiempo surgieron otras actividades u oficios.

El comercio resurge gracias al desarrollo de la ganadería y otros oficios, ya que se dio un excedente en la producción que fue movilizado y comercializado en mercados y ferias. El comercio provocará aperturas importantes en los feudos, como el nacimiento de los burgos a orillas de los feudos, junto a centros comerciales y artesanías. El comercio se organizó entonces en gildas (asociaciones de comerciantes).

La producción artesanal de los burgos se realizó en los talleres artesanales, los cuales estaban organizados jerárquicamente en maestros, oficiales y aprendices. Así, los oficios se organizaron por gremios.

El auge del comercio va a ser el factor detonante para que las formas feudales desaparezcan poco a poco. El comerciante se enriquece y su papel dentro de la sociedad cambia, convirtiéndose en la clase burguesa (pues vivían en los burgos, asentamientos humanos ubicados fuera de los dominios feudales y que con el tiempo se convertirían en las nuevas ciudades).

La nueva organización social.
Durante el feudalismo, en la cúspide se encontraba la realeza, compuesta por el rey y su familia. En cuanto a la nobleza, se integró por los amigos, consejeros y colaboradores del rey. Estas clases eran poseedoras de las tierras y a quienes se les tenía que pagar tributo o impuestos por permitir vivir y trabajar en ellas.

En el segundo escalafón se encontraba el clero, los miembros de la Iglesia, que también poseían extensiones de tierras trabajadas por los siervos y que recibían renta por ello.

El último escalafón era ocupado por los siervos, que tenían que servir a la nobleza y al clero, pero con el surgimiento de los burgos, también se crearon nuevas clases sociales y nuevas actividades económicas. Por lo tanto la sociedad se empezó a dividir en aquellos que vivían en las ciudades, donde se desarrollaba el comercio, y aquellos que vivían en el campo.

Los comerciantes se encargaban de la distribución de los productos, lo que les permitió amasar grandes cantidades de dinero.


Fuente: Vive la Economía 1 (Progreso Editorial).

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