La globalización que está viviendo el mundo representa, entre otras muchas cosas, la oportunidad para los consumidores de elegir entre una enorme cantidad de productos y servicios, los que más le convengan y mejor satisfagan sus requerimientos, lo que ha provocado que hoy, más que nunca, las empresas compitan fuertemente en sus industrias. Pero ya no basta con competir o ser competidor, lo que hoy se necesita es ser competitivo, es decir, eficaz y eficiente para distinguirse y ofrecer más a los compradores, con el fin de permanecer vigentes en el mercado.
Competencia se refiere a la capacidad de una empresa u organización para desempeñarse frente a otras empresas (competidores) en un mismo mercado o giro; mientras que la competitividad es la capacidad de una empresa para lograr rentabilidad en un mercado determinado y en relación con sus competidores, es decir, generar utilidades, arriba del promedio de las empresas de una misma industria.
Para una empresa, las ventajas representan los factores que coadyuvan a una mejor y mayor productividad, con relación a sus competidores. Pueden ser:
· Ventaja comparativa: Es la que se produce cuando, se reducen los costos de materia, o al comparar con otros rubros, resulta ser la opción menos costosa o menos problemática.
· Ventaja competitiva: Es la que se genera a partir de las mejores en los sistemas de producción y administración, y es la que al compararlos con otros aspectos, resulta ser la mejor opción.
Los factores que inducen a una empresa a la competitividad son:
· Vigencia.
· Evolución.
· Colaboradores.
· Visión Global.
· Innovación.
· Inversión en tecnología y recurso humano.
· Decisión.
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