Crecimiento y desarrollo del ser humano




Infancia.
Desde la edad de un año, hasta los seis o siete años, sobre nuestro cerebro se forman modelos que influyen en nuestras capacidades futuras.

Este es el período más importante para la formación de la personalidad del niño.

En los primeros cinco años, el niño duplica sus dimensiones y se modifican sus proporciones. Por ejemplo la cabeza, que al nacer medía una cuarta parte de la estatura, ahora sólo mide un octavo. Al mismo tiempo sus órganos internos se desarrollan de acuerdo a las necesidades de su cuerpo.

Desde el quinto año de vida la sensibilidad, la comprensión y el control voluntario de los movimientos se encuentran muy desarrollados.

El lenguaje es un medio de la comunicación valioso para el niño de esta edad. El niño ya tiene la capacidad para poder leer y escribir.

Entre los seis y ocho años, la capacidad y emociones del niño se hacen más complejas. Después de los ocho años comienza a razonar con objetividad, pero no es capaz de pensamientos abstractos.

Pubertad.
De los ocho a los doce años, en más de la mitad de las niñas se produce el acontecimiento fisiológico más importante desde el nacimiento. Surge un nuevo tipo de actividades que atañe principalmente a los órganos sexuales y a la glándula hipófisis.

Dicha actividad prepara a hombres y mujeres para la función reproductora.

Hasta los once años, niños y niñas parecen más o menos iguales. La estatura de ambos aumenta rápidamente.

El adolescente es capaz de emitir juicios rápidos. Tras dos o tres años el crecimiento se hace más lento y sólo entonces ha llegado a la plena madurez sexual; a esta fase se le llama pubertad y se identifica en las niñas por la aparición de la menstruación.

Adolescencia.
Entre los doce y los dieciocho años el adolescente alcanza su máximo peso, pero los huesos no han completado su desarrollo, hasta los veinticinco años. El desarrollo del sistema nervioso es óptimo, al dar mayor rapidez en sus actos. El máximo de inteligencia se logra a los dieciocho años, se desarrolla la facultad de realizar pensamiento abstractos, lo que lleva a nuevos problemas mentales cuando el adolescente examina el mundo que le rodea en detalles y contradicciones.

Estado Adulto.
La vida adulta comienza entre los dieciocho y treinta años. Los huesos y músculos del ser humano continúan desarrollándose. En este período se inicia el conocimiento real de la vida y su problemática.

Fisiológicamente la vida se mantiene equilibrada para el hombre, mientras que a la mujer le espera, entre los cuarenta y cincuenta años, grandes cambios que afectan a muchas partes de su cuerpo, principalmente los ovarios; la ovulación cesa y el organismo deja de ser fértil.

Vejez.
Después de los cuarenta años, en ambos sexos, comienza un proceso gradual de envejecimiento, esto varía de un cuerpo a otro.

Los cambios más importantes radican en la pérdida de la elasticidad, acumulación de material fibroso, en la sangre hay menos oxígeno, porque las paredes de los alvéolos se han engrosado. En la sangre hay menos hemoglobina y se han reducido el número de fibras musculares.

En edad avanzada, o sea, después de los setenta años, las células tienen cambios más drásticos. Las células se regeneran lentamente.

El sistema nervioso tiende a degenerarse. La atención y rapidez de decisión disminuye, aunque el nivel intelectual es el mismo.




Fuente: Ciencias Naturales 6, Editorial Progreso.

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