El dios griego Zeus, padre de los dioses y los hombres (según la mitología griega), escandalizo cielo, mar y tierra por sus poco comunes costumbres amatorias. En una ocasión se comió a Metis y de su cabeza embarazada salió Atenea, también logro seducir a Europa convirtiéndose en toro. Recientemente, luego de procrear a Apolo y Artemisa con Leto, hija de titanes, Zeus intentó violar a la hermana, Asteria, quien logró escapar transformándose en codorniza, arrojándose al mar y convirtiéndose en isla flotante.
Dios con plumas.
Leda, esposa de Tindáreo, dio a luz a cuatro niños nacidos de dos huevos, al parecer de dos padres diferentes. Se dice que Zeus, disfrazado de cisne y fingiendo ser perseguido por un águila en el río Eurotas, se posó sobre la distraída joven, preñándola. La mujer se disponía a prepararse un desayuno con los huevos que encontró en su lecho, cuando repentinamente salieron los chiquillos.
¡Hasta a lo que no se mueve!
Una víctima más de Zeus fue la pléyade Táigete, a quien no se cansaba de perseguir, tanto que la chica virgen tuvo que pedir la ayuda de Artemisa. Ésta pensó que convirtiéndola en cierva se resolvería el problema, pero cierva y todo, a Zeus no le importó y la violó… ¡estando ella inconsciente! Lo único bueno de esto fue que de la “unión” nació Lacedemón, el mítico fundador de Esparta.
Pero qué buen “anfitrión”.
En ausencia de Anfitrión, Zeus hizo creer a la hermosa y sabia Alcmena, que era su amado; así logro convencerla de pasar con él una larga noche de pasión. Ella no se dio cuenta del engaño sino hasta el día siguiente, cuando vio llegar a su marido, Anfitrión. Éste, al enterarse de que era “socio” del mismísimo Zeus, se sintió orgulloso y lo invitó a pasar por su casa cuantas veces quisiera. Aquellas noches de amor tuvieron un final feliz, porque Alcmena tuvo un hijo de Zeus y también de Anfitrión.
Fuente: Revista Algarabía Extra “Sexoescándalos de los famosos”.
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