La conquista de México no sólo se llevó a cabo por medio de la espada. Hubo otra conquista, la espiritual, que por medios pacíficos, llevaron adelante los misioneros.
Los misioneros de la primera hora fueron hombres admirables. Se dedicaron a la evangelización, a la asistencia de los necesitados y a la educación e instrucción de los indios, a quienes protegían frente a la codicia de los otros españoles. Los adiestraron en nuevas formas de trabajo; les inculcaron buenas costumbres.