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25 Pasajes Bíblicos I






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Versículo
Pasaje
1
Gen 1; 26
Díjose entonces Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza, para que domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados y sobre todas las bestias de la tierra y sobre cuántos animales se mueven sobre ella”.
2
Gen 1; 27
Y creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, y los creó macho y hembra.
3
Gen 1; 28
Y los bendijo Dios, diciéndoles: “Procread y multiplicaos, y henchid la tierra; sometedla y dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre los ganados y sobre todo cuanto vive y se mueve sobre la Tierra”.
4
Gen 2; 15-17
Tomó, pues, Yahvé Dios al hombre, y le puso en el jardín del Edén para que lo cultivase y guardase, y le dio este mandato: “De todos los árboles del paraíso puedes comer, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”.
5
Gen 2; 18
Y se dijo Yahvé Dios: “No es bueno que el hombre esté solo, voy a hacerle una ayuda proporcionada a él”.
6
Gen 2; 21-22
Hizo pues, Yahvé Dios caer sobre el hombre un profundo sopor; y dormido, tomó una de sus costillas, cerrando en su lugar con carne, y de la costilla que del hombre tomara, formó Yahvé Dios a la mujer, y se la presento al hombre.
7
Gen 2; 23
El hombre exclamó: “Esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Esta se llamara varona, porque del varón ha sido tomada.
8
Gen 2; 24
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre; y se adherirá a su mujer; y vendrán a ser los dos una sola carne.
9
Gen 2; 25
Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, sin avergonzarse de ello.
10
Gen 3; 4-5
Y dijo la serpiente a la mujer: “No, no moriréis; es que sabe Dios que el día que de él comáis se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal”.

11
Gen 3; 7
Abriéronse los ojos de ambos, y viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos cinturones.
12
Gen 3; 12
Y dijo el hombre: “La mujer que me diste por compañera me dio de él y comí”.
13
Gen 3; 13
Dijo, pues Yahvé Dios a la mujer: “¿Por qué has hecho eso?” Y contestó la mujer: “La serpiente me engaño y comí”.

14
Gen 3; 14-15
Dijo luego Yahvé Dios a la serpiente: “Por haber hecho esto, Maldita serás entre todos los ganados y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu pecho y comerás el polvo todo el tiempo de tu vida. Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer y entre tu linaje y el suyo; este te aplastará la cabeza, y tú le acecharás el calcañal”.

15
Gen 3; 16
A la mujer le dijo: “Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Parirás con dolor los hijos y buscarás con ardor a tu marido, que te dominará”.
16
Gen 3; 17-19
Al hombre le dijo: “Por haber escuchado a tu mujer, comiendo del árbol del que te prohibí comer, diciéndote no comas de él: Por ti será maldita la tierra; con trabajo comerás de ella todo el tiempo de tu vida; te dará espinas y abrojos y comerás de las hierbas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella has sido tomado; ya que polvo eres, y al polvo volverás”.
17
Gen 3; 22
Díjose Yahvé Dios: “He ahí al hombre hecho como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal; que no vaya ahora a tender su mano al árbol de la vida, y comiendo de él, viva para siempre”.
18
Gen 3; 23-24
Y le arrojó Yahvé Dios del jardín de Edén, a labrar la tierra de que había sido tomado. Expulsó al hombre y puso adelante del jardín de Edén un querubín, que blandía flameante espada para guardar el camino del árbol de la vida.
19
Gen 4; 7
“¿No es verdad que, si obraras bien, andarías erguido, mientras que, si no obras bien, estará el pecado a la puerta como fiera acurrucada, acechándote ansiosamente, a la que tú debes dominar? Cesa, que él siente apego a ti, y tú debes dominarle a él”.
20
Gen 4; 10-12
“¿Qué has hecho? – le dijo El -. La voz de la sangre de tu hermano esta clamando a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito serás de la tierra, que abrió su boca para recibir de mano tuya la sangre de tu hermano. Cuando la labres, no te dará sus frutos, y andarás por ella fugitivo y errante”.
21
Gen 4; 13-14
Dijo Caín a Yahvé: “Demasiado grande es mi castigo para soportarlo. Puesto que me arrojas hoy de la tierra cultivable, oculto a tu rostro habré de andar fugitivo y errante por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará”.
22
Gen 4; 15
Pero Yahvé le dijo: “Si alguien matare a Caín, será siete veces vengado”. Puso, pues, Yahvé a Caín una señal, para que nadie que le encontrara le hiriera.
23
Gen 4; 23
Dijo pues, Lamec a sus mujeres: “Ada y Sela, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, dad oídos a mis palabras. Por una herida mataré a un hombre, y a un joven por un cardenal”.
24
Gen 4; 24
“Si Caín sería vengado siete veces, Lamec lo será setenta veces siete”.
25
Gen 6; 3
Y dijo Yahvé: “No permanecerá por siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne. Ciento veinte años serán sus días”.


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