Corresponde a la letra Aleph y el signo zodiacal de Leo.
Vemos que es un hombre joven que está de pie ante una mesa de trabajo, señalando con la mano izquierda hacia la tierra y empuñando en la derecha una vara mágica, con la que señala el cielo. Sobre la cabeza de esta especie de mago, flota el signo de infinito, de eternidad.