Llovieron las esmeraldas;
ya nacieron las flores:
es tu canto.
Cuando tú lo elevas en México
el sol está alumbrando.
Llovieron las esmeraldas;
ya nacieron las flores:
es tu canto.
Cuando tú lo elevas en México
el sol está alumbrando.
Bajo el gobierno abasí, Bagdad se convirtió en una ciudad floreciente e importantísimo centro comercial en cuyo bazar deslumbraban los rubíes procedentes de Yemen, las esmeraldas de Egipto o las turquesas de Irán. Los abasíes también mantuvieron contactos comerciales con la riquísima Constantinopla, capital del Imperio Romano Oriental, y soñaron con conquistarla algún día. De hecho, las tropas árabes intentaron tomarla sin éxito en los primeros años del islam.
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...