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La piedra embrujada

Moctezuma ordenó un día a Cihuacóatl (especie de ayudante) que llamase a todos los canteros y albañiles de los barrios de Teopan, Moyotlán, Atzacualco y Cuepopan, a quienes se mandó que fuesen a Acolco, en las inmediaciones de Ayotzingo y Chalco, a buscar una piedra de grandes dimensiones para labrarla con los signos que tenía la que estaba arriba del cú o templo de Huitzilopochtli y colocarla allí como tributo al dios de la guerra. Había de ser más alta dos codos, y más ancha una braza. Ocho o diez mil indios rodaron la gran piedra a la llanura, una vez desprendida del monte, y los canteros se pusieron a tallarla con sus instrumentos de pedernal, alimentándolos el pueblo de Chalco. Una vez esculpida, se empezó a trasladarla a Tenochtitlan, moviéndola con cuerdas y maromas y empujando y tirando todos los indígenas de Chalco, de Nauchteutli y de las chinampas, hasta hacer llegar el pesado monolito a Iztapalapan. Allí se resistió la piedra a seguir rodando. Vinieron en auxilio de los que traían otros indígenas de Chiapan, Xilotepec, Huatitlán y Mazahuacán, y entre un animoso griterío rodearon la enorme piedra y trataron de moverla, pero entonces, con gran espanto de todos, la piedra habló y dijo: Por más que hagáis…

La fundación de la ciudad de Tenochtitlán

Según las antiguas tradiciones, los aztecas vinieron de un lugar situado al noroeste, algunos dicen que del actual estado de Sinaloa, otros piensan que de más al norte. Ellos decían haber salido de Aztlán (Lugar de garzas), por eso se llamaban aztecas y tomaron el nombre de tenochcas porque Tenoch, uno de sus sacerdotes, los guió durante su recorrido. También se les conoce como mexicas porque su dios principal era Huitzilopochtli o Mexitli.

Museo del Templo Mayor. Sala 4. Huitzilopochtli

En esta ocasión, siguiendo el recorrido en el Museo del Templo Mayor de la Ciudad de México, se contemplan los objetos almacenados en la Sala 4, dedicada a uno de los principales dioses aztecas, Huitzilopochtli, Dios de la Guerra, que de acuerdo al mito, fue el que orientó a esta civilización desde Aztlán hasta el Valle de México, para que donde vieran un águila devorando una serpiente, ahí establecieran su nuevo territorio. Contemplad aquí las fotografías de esta área en específico.

Tenochtitlán




El pueblo azteca fue elegido por los dioses para establecerse en la tierra soñada. Este pueblo, al igual que el de los toltecas, procedía de un mítico lugar llamado “Chicomostoc”, que significa: lugar de las siete cavernas. El dios Huitzilopochtli les prometió un paraje que identificarían por determinadas plantas y animales.

Coyolxauhqui y Huitzilopochtli




En el cerro de Coatépec vivía la diosa Coatlicue; ella barría a diario el monte. Un día, mientras estaba barriendo, bajó del cielo una pelotita de plumas, parecida a un nidito de ave. A Coatlicue le pareció muy bonita y la guardó en su cintura, bajo su vestido, para mostrarla después a sus hijos, pero cuando terminó de barrer ya no la encontró.

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