No el sol, sino la campana,
cuando te
despierta,
es lo mejor de la mañana.
No el sol, sino la campana,
cuando te
despierta,
es lo mejor de la mañana.
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...